Ir al contenido principal

El gobierno de Jacobo Arbenz y el inicio de la disputa



El presidente Jacobo Arbenz, quien obtuvo apoyo de grupos radicales de la pequeña burguesía y dos de los partidos revolucionarios y el aún no institucionalizado partido comunista, gana con el 63% de los votos totales [Para la elección presidencial], de los cuales el  77% (de los votos) fueron emitidos por analfabetos varones que votaban por primera vez en la historia de Guatemala[1]. Es recordado por tocar las estructuras semifeudales de los monopolios con la Reforma Agraria (Decreto 900, del 17 de junio de 1952) que se calificaron como disposiciones moderadas para la modernización e industrialización de Guatemala, que deseaba encajar en el sistema capitalista[2]. Esta reforma expropió las tierras incultas u ociosas con exclusión de propiedades menores de 270.75 hectáreas (384 manzanas o 638 acres) que estuvieran cultivadas en sus dos terceras partes o más, y de propiedades menores de 90.25 hectáreas (128 manzanas o 226.7 acres) en cualquier estado que se hallaran. El 70.5% estaban en manos de 51 propietarios, la United Fruit Company (UFCo) poseía poco más del 6%, pero en tierras incautas poseía 400,000 acres, convirtiéndolo en el mayor propietario de tierras ociosas.[3] El gobierno estaba dispuesto a pagar de acuerdo con las indemnizaciones firmadas, sin embargo, aproximadamente le dio 3.21 quetzales por acre (lo doble de la indemnización) por unas tierras que el mismo gobierno le había regalado años atrás. Limitó el poder de los extranjeros, con la construcción de la planta hidroeléctrica de Jurún-Marinalá (que abarcaría el suministro de energía que monopolizaba la Empresa Eléctrica de Guatemala S.A.), una carretera al atlántico (que liberaría la producción exportable de la tutela onerosa de la empresa IRCA) y un nuevo puerto en el atlántico que nombró como Santo Tomás (que eliminaría el monopolio portuario ejercido por la misma empresa en unión de UFCo).

Durante 20 años la UFCo se había infiltrado en Guatemala y había estado operando plantaciones bananeras sin contrato con el gobierno hasta 1924, año en que formalizó su situación durante la dictadura de José María Orellana, donde obtuvo su primer contrato de 25 años. Posteriormente, ya en la dictadura de Ubico, absorbería la California Guatemala Fruit Corporation y sera la completa dueña del transporte ferroviario y marítimo; Su poder era tal que incluso llegaba a suspender el servicio y las escalas de sus barcos en puertos de Guatemala como medida de control comercial. También manejaba en los servicios radiotelefónicos internacionales, suspendiendo a las ocho de la noche el servicio aún al mismo gobierno.

Es importante mencionar que al principio del siglo Guatemala no tenía empresas monopólicas extranjeras, el Estado era dueño de todas las vías de comunicación y de los puertos. Después de la reforma liberal en 1821 el Minor C. Keith había echado las bases del Imperio del Banano al fundar las leyes de New Jersey, la United Fruit Company se fusiona con empresas bananeras del Caribe, que son los primeros pasos para formar monopolios en centroamericana. Junto con la IRCA y la Empresa Eléctrica de Guatemala S. A., disponían de un poder super-estatal. Al terminar el año de 1944 se descubre que la UFCo ocultaba las cifras reales de exportación de banano y el peso por racimos.

Sus intentos imperialistas se habían convertido en más de 30 fracasos de conspiraciones del tipo tradicional en América Latina. En el caso particular de Guatemala, sabían que se necesitaba un plan más elaborado por la efervescencia revolucionaria que estaba latente aún, por lo que pidió ayuda al departamento de Estado, quien elaboró la operación Guatemala, junto con la Central Intelligence Agency o CIA, cuya jefatura la tenía Allan Dulles, hermano del Secretario de Estado. El plan consistía en tres ejes principales: llevar el caso bajo el lema de “la amenaza roja en Guatemala” por el campo speudo-correcto de la vía diplomática ante las Cancillerías de América y consultas interamericanas, la segunda sería preparar clandestinamente la agresión armada, que se denominaría “rebelión interna” y una fuerte propaganda de un comunismo inexistente que aterraba a toda América Latina e hiciera que los países rompieran tratados con Guatemala, para dejar al pequeño país en manos de los Estados Unidos.   

Al aplicar la ley, nos transformamos en ´cabeza de playa del comunismo internacional contra la cultura cristiana occidental´ En 1949, los Estados Unidos plantearon ante la ONU la reforma agraria, a lo que califica la ONU como una reforma urgente para Guatemala. Ante tal situación se comienza la operación de intervención dirigida por la CIA. [4]





[1] Jonas S. & Tobis D. (1976) Guatemala. Una historia inmediata. México: Siglo XXI editores, p.  92
[2] Se hará referencia  con UFCo (United Fruit Company) desde aquí
[3] Toriello G. G., (1955) La batalla de GuatemalaMéxico:Editorial cultura, ediciones cuadernos americanos,  , p. 35-43
[4] Galeano, E. (1967) Guatemala país ocupado, editorial nuestro tiempo Editorial Nuestro Tiempo, p. 110-111

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Material hemerográfico de diarios mexicanos sobre la intervención estadounidense en Guatemala

A continuación les dejamos material hemerográfico que fue seleccionado, producto de la investigación, realizada en la Hemeroteca Nacional y que se relaciona con el tema de la intervención estadounidense en Guatemala, correspondientes a dos diarios mexicanos: 1.Periódico El diario del Sur editado en Chiapas: del mes de junio al mes de julio de 1954 2. Periódico El universal Gráfico: del mes de junio de 1954      

1954: El fin del gobierno de Jacobo Arbenz

El gobierno de J. J. Arévalo marca un precedente para la intencionalidad de Estados Unidos de intervención, debido a que en una primera instancia Arévalo no mostraba una férrea oposición al ingreso del capital extranjero en Guatemala, por ejemplo, “las inversiones privadas norteamericanas aumentaron en de 89.9 millones de dólares en 1943 a 105.9 millones en 1950” [1] , sin embargo, el creciente nacionalismo afectó los intereses económicos de las empresas estadounidenses, como es el caso del sector petrolero, el cual se vio afectado tras una acción gubernamental con la ley petrolera de 1949 que dañó los monopolios de la Estándar Oíl y otros del sector. De esa manera comenzaron las acusaciones de “comunistas”, a los miembros del gabinete de Arévalo, por parte del cuerpo diplomático estadounidense, en específico del embajador Patterson, de ahí le secundaron las acusaciones por parte de la prensa y el congreso norteamericano. Posteriormente con la llegada de Arbenz a la presid